The Perks of Being a Wallflower

 

Esta no es una de esas pelis que muchos recordarán ni con mucho éxito taquillero pero es fácilmente la mejor película que he visto este año. Creo que el escenario son los años ochenta aunque no estoy muy segura pero la moda y la falta de electrónicos me dan la razón. Charlie, interpretado por Logan Lerman es un muchachito que va a empezar la odiada prepa y no tiene ningún amigo. Charlie sufre de algún tipo de depresión por lo que tiene padres aprehensivos a los que no quiere preocupar con sus problemas de adolescente. Le gusta escribir y leer y se mantiene alejado en su pequeño mundito hasta que conoce a Patrick y a Sam, que son de verdad niños muy cool como para ser entendidos para sus años. Ellos adoptan como amigo a Charlie y lo introducen a su mundo y a sus peculiares amigos y juntos forman una familia algo disfuncional. Poco a poco nos vamos dando cuenta que nadie es exactamente lo que aparenta con los demás y que las cosas que uno ignora llegarán pronto y a darnos una buena cachetada. Sam (Emma Watson que al parecer no sólo sabe ser maga) tiene un pasado medio dudoso y no se siente lo suficiente buena o valiosa como para merecer a alguien bueno. Patrick es gay y está enamorado del cliché de niño popular, estrella de fútbol escolar y gay en negación. Y Charlie, Charlie está lideando con la muerte de su tía, su interpretación de la violencia familiar que vivió a través de su tía y ahora su hermana (Nina Dobrev) y el suicidio de su hasta entonces único amigo. La peli tiene momentos chistosos, momentos reflexivos y momentos incluso sabios pero más que nada me dejó una sensación, me recordó lo que era ser así de joven, y sufrir así de intensamente y dejarte llevar por el momento y las primeras veces de todo. Es como ser adolescente otra vez, pero no de esos adolescentes que vemos en series de plástico como "Gossip Girl" y "90210" sino los de verdad, como la que yo fui, personas que se están encontrando, que están aprendiendo como lidiar con la realidad, que se están aprendiendo a valorar y que tienen muchas ganas de vivir. Cuando termino además de lágrimas me dieron unas fuertes ganas de exhalar y cerrar los ojos y recordar. Muy buen guión, bien dirigida, bien actuada, cada uno de estos jóvenes talentos logrando recrear personajes complejos y entrañables. Una especial felicitación a Ezra Miller, el actor que interpreta a Patrick, ya que me hizo quererlo en ese ratito y querer abrazarlo y consolarlo, seguro existen muchos como él. Además de estos jóvenes la peli tiene un muy buen elenco secundario con Kate Walsh, Dylann MacDermott, Joan Cusack y Paul Rudd, que se lleva mi línea favorita de la película; "we accept the love we think we deserve". Le doy "buenísima me mató", así es, la peli me ganó.