Hollywood nos propone festejar el día de San Valentín con esta peli protagonizada por Colin Farrell. Pharrell interpreta Peter Lake; un huérfano que está tratando de escapar de las garras de Pearly Soames (Russell Crowe). Creo que no habían pasado ni 10 minutos y yo ya estaba perdida. De pronto un corcel blanco sale de la nada y Crowe es un demonio que obedece a Will Smith (Satanás). Creo que esta peli es un conglomerado de leyendas acerca de la lucha entre el bien y el mal y nuestras explicaciones acerca del destino, la vida y la muerte. Además de todos estos acontecimientos bizarros Peter conoce a Beverly Penn (interpretada por Jessica Brown Findlay, quien es famosa en Inglaterra por su papel de Sybill en "Downton Abbey"), una joven aristócrata que lucha contra una especie de fiebre. Inserté aquí la historia de amor. La verdad esta movie además de confusa es inconclusa en cada una de sus tramas, y por demás de ridícula. Definitivamente no es lo que esperas después de haber visto los cortos. Caballos voladores, hombres que no se mueren, demonios que coleccionan diamantes, es demasiado que absorber. Le doy "estaban buenas las palomitas".
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